jueves, 11 de abril de 2019

HEMOS LEÍDO...





ROSA MONTERO: La ridícula idea de no volver a verte
Ed. Seix Barral Biblioteca Breve 2013
Es un libro auténtico, memorable, que te atrapará desde la primera página, como suele ocurrir con esta autora,  que incluye también fotos y anécdotas que te remiten al primitivo, y maravilloso,  placer de escuchar buenas historias.
El texto nace a partir de la lectura del diario que Marie Curie comenzó a escribir cuando murió su marido y la confluencia de circunstancias semejantes en la autora. Con una mezcla de la narración de recuerdos personales y la memoria colectiva.
Finalmente creemos que como todos los libros de Rosa Montero el texto trata de la vida, vivida con pasión y reflexión, con profundidad pero también con ironía

LECTURA INTERESANTE




VIVIAN GORNICK: “El trabajo es más importante que el amor”

Vivian Gornick (Nueva York, 1935), es hoy una voz capital del feminista que practicó, como periodista, desde 1969 en el The Village Voice. Como autora es impactante por su honestidad. Recomendamos sus dos libros de memorias:
 Apegos feroces (1986) y La mujer singular y la ciudad (2015), publicadas en español por la Editorial Sexto Piso
La propia autora se refiere a ellos como… “Son libros de memorias, no panfletos, pero Apegos feroces entró de pleno en la segunda oleada de feminismo de los años 80 y encajó con la historia de una mujer que no puede abandonar a su madre porque, en el fondo, se ha convertido en ella; es la lucha por recuperar la propia vida; y esa lucha continúa, no está muy lejos de hoy; uno se ha de ganar su propia vida, se la ha de merecer”. Sabe de qué habla: hija de inmigrantes ucranianos enclavados en pleno Bronx, Vivian se mueve entre una madre que está en depresivo duelo eterno por la muerte de su esposo (la escritora tenía 13 años) y la vecina Nettie, pelirroja dueña total de su vida (y de su sexo).
“En La mujer singular y la ciudad contribuyo a aquella tradición literaria con una voz femenina que no estaba, esa es mi mujer divorciada y feminista que camina por la ciudad, han pasado 25 años, esa mujer no se siente mejor, sigue siendo una desconocida en su propia piel, pero ha encontrado la ciudad que la reconforta… Es el aislamiento del ser humano dentro de una multitud, pero la necesidad a la vez de pertenecer a ella...”.
En entrevistas recientes ha manifestado que la sensación que tiene a sus 83 años es que, en relación al papel de la mujer, “se ha avanzado poco y eso explica el tono que ha adquirido la campaña Me Too: las jóvenes de entre 30 y 40 años han salido a buscar sangre, quieren decapitar a todos los hombres que encuentran; hay ira, rabia; en mi época no nos sentíamos tanto así; quieren sangre y eso es fruto del progreso insuficiente en este ámbito; pero es esa rabia lo que ha provocado que nunca el movimiento haya estado tan cohesionado como ahora”.
Tampoco es fácil de resolver esa búsqueda de la igualdad: “De todas las dicotomías de la Humanidad, incluida la de negros y blancos, la división más grave es entre hombres y mujeres, entre otras razones porque nos metemos en la cama con los enemigos; estamos demasiado interconectados, las intimidades complican la resolución”. Pero admite también, ante la eclosión de casos de abusos sexuales denunciados desde todos los ámbitos, empezando por Hollywood: “Yo fui la primera sorprendida, creía que lo de los depredadores sexuales se había ido dejando atrás… Es una prueba más de que el cambio social es, y será, muy lento”.
En la obra de Gornick se desprende también que la idea del amor tiene algo que ver en el proceso de supeditación de la mujer. “Ah, el amor, el amor…”, suspira sardónicamente. “Mi madre decía que el amor era lo más importante en la vida de una mujer; yo crecí con esa premisa de que el amor redime, que completa la vida de una fémina..., cuando en realidad ese mensaje del amor encarcela tu mente, el espíritu y hasta las ganas de trabajar: es un enemigo económico de las trabajadoras”. Y apuntilla: “Una de las premisas de la cultura feminista es que no puedes basar tu identidad en el amor; Freud decía que la vida es trabajo y después, amor... en ese orden; las mujeres hemos de tener nuestra propia experiencia y primero es esa experiencia y luego, la del amor; te ayuda a tener una vida completa, pero el amor no eres tú”. En ese sentido se ha de traducir su frase “el trabajo es más importante que el amor”.
 




LUCIA BERLIN (Juneau, Alaska, 1936- Los Ángeles 2004)
Según su admirada amiga Lydia Davis “Había vivido en tantos sitios y hecho tantas cosas, cientos, miles de cosas distintas y no especialmente agradables, que la sensación es que había vivido más de una vida”.
Lucia Browm era hija de un ingeniero de minas por lo que, aunque había nacido en Alaska, pasó su infancia en casi todas partes, en los yacimientos a los que era trasladado su padre, yacimientos en Idaho, Kentucky y Montana. Luego su padre se fue a la guerra en 1941 y ella, su hermana y su madre, se instalaron en casa de sus abuelos maternos, en El Paso, Texas. Cuando la guerra terminó, la familia se mudó a Santiago de Chile, de ahí su dominio del español.
Empezó a publicar sus cuentos en The Noble Savage, del escritor Saul Bellow, en la década de los 60. Por entonces ya se había casado más de una vez (a los 19 lo hizo con un escultor, con quien tuvo dos hijos; a los 22, con un músico de jazz, y más tarde con otro músico de jazz amigo del primero, Buddy Berlin con quien tuvo a sus otros dos hijos, todos varones.
En España la editorial Alfaguara ha publicado dos recopilaciones:

Manual para mujeres de la limpieza en 2016 y Una noche en el paraíso en 2018.

Lucia Berlin impresiona, primero, como mujer: Valiente, Libre y Autónoma. Que toma sus decisiones y asume las consecuencias sin quejas ni victimizaciones.
Después, por su fascinación por contar que, dadas sus particulares condiciones familiares, por supuesto no deriva de lecturas amorosas de sus mayores al ir a dormir, sino de la temprana atracción por la lectura y los libros que menciona frecuentemente en sus relatos.
A continuación por su ambición literaria,( Lucia “adoraba” a. Murakami, a Lydia Davis, a Chéjov)
La autora explica sobre su proceso de escritura que partía de algo tan simple como la línea de una mandíbula, o una mimosa amarilla. Pero la imagen debía conectar "con una experiencia intensa concreta". También decía que, en todo buen relato, debía producirse, "una mínima alteración de la realidad. Una transformación, no una distorsión de la verdad", porque "lo que nos emociona no es identificarnos con una situación, sino reconocer esa verdad".
En el estilo literario de Lucia Berlin está el esfuerzo por escribir sin rodeos, con franqueza, con el desapego clínico del médico, combinado con la compasión. Destaca el uso que  hace del detalle específico y su economía: "No se escriben palabras de más"; y su capacidad de observación "experimentamos cada uno de sus relatos no solo con el intelecto y el corazón sino también a través de los sentidos" ( Lydia Davis).
Sus historias son francamente duras. Es realismo sucio, sí, y aun siendo a ratos incluso más doloroso que el de Raimond Carver, es un realismo sucio vivaz.
Ella misma expresó lo que Carver y ella compartían: "Nuestros estilos vienen de nuestros orígenes, que son similares en cierto sentido. No muestres tus sentimientos. No llores. No dejes que nadie te conozca... El control exquisito".

Pero sobre esos aprendizajes se sobrepone el enorme corazón, la capacidad de amar y la honestidad de Lucia, y por supuesto también su sentido del humor:

Emerson lo explica así: "Si un rasgo caracteriza su obra, es la alegría. Cuando la ficción en prosa es tan expansiva como la de Lucia, se convierte en una celebración del mundo". Y podría decirse, una celebración del mundo pese a todo.
En el relato Silencio, en mi opinión uno de los más impactantes, la narradora explica: “no me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas”.
Nos impresiona finalmente por su honestidad: sin autocomplacencia, ni se juzga ni juzga a los demás, su voz narrativa está llena de compasión.


miércoles, 10 de abril de 2019

NUESTRA HISTORIA





En octubre de 2018 se nos pidió un texto que reflejara la evolución de Asamblea de Mujeres Yerbabuena dentro del feminismo en Córdoba. Aunque un poco largo creemos que explica lo esencial de ambos ámbitos:



Imposible encerrar, en el espacio disponible, ni siquiera el simple listado de los hechos más relevantes, que desde la década de los 70 del pasado siglo hasta hoy, nos ha tramado y sigue tramando a ambas realidades.

Intentaremos un barrido, a vuelo de pájaro, por estos años, señalando algunos resaltes significativos que nos permitan acercarnos lo más posible a “esa” realidad.

En los primeros años de la década de los setenta, el Círculo Cultural Juan XXIII, es un hervidero dónde se cuece la vida sociocultural de Córdoba, impregnada de las ideas políticas que luchaban por la ruptura con el franquismo para que la transformación fuera real.

En ese caldo, de la mano de mujeres militantes de partidos políticos, de plataformas anticapitalistas, y otras sin afiliación política, hace su aparición el feminismo, movimiento de Liberación de la Mujer que propone la autoorganización de las mujeres para la reflexión, el activismo y el asociacionismo.

Somos jóvenes, somos diversas, somos inexpertas, necesitamos modelos que no tenemos, pero alrededor de la mesa grande del Juan empiezan a sonar debates con voces sólo de mujeres, como ya ocurría en la mayor parte del Estado español. Así surgió la que sería la Asamblea de Mujeres de Córdoba. Una organización formada sólo por mujeres, asamblearia, autónoma, anticapitalista e independiente de partidos políticos y de instituciones.

Duros fueron los debates pero- como dice Carmen Alborch- “El feminismo abrió una nueva perspectiva a nuestras vidas y, aunque no escapamos de la misoginia ni de las presiones, aprendimos a ser rebeldes y transgresoras”.

Buscamos referentes en la FOFEE (Federación de Organizaciones Feministas del Estado Español) y aprendimos a reflexionar sobre nuestros derechos y en las calles y en todos los foros se oyeron nuestras voces y nuestros argumentos:

  • ü  Por la despenalización del adulterio y el aborto.
  • ü  Por la independencia económica de las mujeres, y para ello, el
  • ü  derecho a un puesto de trabajo retribuido y a la igualdad salarial.
  • ü  Por la legalización de los anticonceptivos.
  • ü  Por el derecho a una sexualidad libre y placentera.
  • ü  Por el derecho al aborto libre y gratuito en la red sanitaria pública.
  • ü  Contra las violaciones y las agresiones a las mujeres…..

La respuesta, por insuficiente, a la primera ley de aborto del PSOE, y las violaciones y agresiones a mujeres en Córdoba, nos ocupa bastantes años de la década de los 80. Encadenamientos, manifestaciones, antorchadas, juicios, reuniones masivas… El grito de “la calle y la noche también son nuestras” va caldeando el cotidiano cordobés. Las mujeres en los barrios empiezan a organizarse y, aunque aún no se reconocen feministas, sí responde y apoyan estas movilizaciones.
La manifestación del 8 de marzo de 1989 es convocada por cuatro colectivos de mujeres: Asamblea de Mujeres de Córdoba y Asociaciones de Mujeres Al Alba, Las Jaras, y Nueva Luz. Las mismas que en el curso 91/92 diseñamos y realizamos “Un proyecto para compartir” implicando a mujeres de todos los barrios de Córdoba y financiado por el Ayuntamiento. Es de reseñar que en la clausura participaron 22 grupos.
Así comienza una etapa interesante de colaboración entre las Asociaciones de Mujeres y de estas con el Ayuntamiento. Destacamos:
  1. ü  Los seis encuentros de colectivos de mujeres de Córdoba, con periodicidad anual y con un objetivo claro: crear redes de mujeres que vertebraran la sociedad civil.
  2. ü  Intento de crear la federación de Asociaciones de Mujeres “Un futuro por ganar”.
  3. ü  La creación del Consejo Municipal de las Mujeres.
  4. ü  Creación de la Plataforma Contra la Violencia hacia las Mujeres…



En 1990 fuimos legalizadas como Asociación en la Delegación Provincial de Gobernación pasando a llamarnos ASAMBLEA DE MUJERES DE CÓDOBA YERBABUENA.
Nos acercamos al final del milenio enfrentándonos al reto de organizar en Córdoba las JORNADAS FEMINISTAS DE LA FOFEE “Feminismo.es…y será” que se celebraron en Córdoba del 7 al 10 de diciembre de 2000.
Durante cuatro días, más de tres mil mujeres hacen vibrar Córdoba. “La noche, el día, las calles, los hoteles, las plazas, Rabanales,… también son nuestras”.
Y tras las jornadas, el primer proyecto de siglo y de milenio: Ayuda.te. Un proyecto de intervención social para la prevención de la violencia hacia las mujeres. Diseñado, organizado y puesto en marcha por Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena y Tertulia de Mujeres “El manantial”. Subvencionado por el Ayuntamiento. Experiencia rica y profunda para la transformación de nosotras mismas como requisito primordial para la transformación social y la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres.
Sólo duró 5 años, pero aún hoy quedan como testigos la “Coral Hijas de la Luna, Voces de mujeres del Sur” y el taller de reflexión colectiva “Escuchando nuestro cuerpo”.
El proceso de consultas abierto en 2009 por el Gobierno socialista para cambiar la obsoleta Ley de Aborto de 1985 da pie a que en el mes de Octubre varias Asociaciones Feministas, Áreas de Mujeres de algunos Partidos de izquierda y Sindicatos de Clase se reúnan por primera vez intentando encontrar puntos en común para transmitir de manera conjunta nuestro mensaje feminista a la sociedad, conscientes de que unidas seríamos más fuertes. Así surge la coordinadora YO DECIDO.CÓRDOBA, una red de colectivos feministas sin entidad jurídica, donde cada uno conserva su autonomía y se preparan acciones de calle a partir de las aportaciones que vienen de los distintos grupos.
Una vez aprobada la nueva Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la IVE en Abril de 2010, cesa la actividad de la Coordinadora. Al comienzo de 2011 nos reunimos para preparar la manifestación del 8 de marzo conjuntamente. Decidimos llamarnos PLATAFORMA NOSOTRAS DECIDIMOS. CÓRDOBA, mantener nuestra organización a través de la red, establecer acuerdos respetando los ritmos y maneras de ver el feminismo de cada colectivo, y pronto logramos trabajar de manera ágil y rápida, a pesar de nuestras diferencias.
La amenaza de reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la IVE hecha por el Ministro Gallardón, pone en pie de guerra a la mayoría de las mujeres del Estado. La Plataforma desarrolla una enorme actividad y atrae también a colectivos de mujeres jóvenes. Se consigue por primera vez en este país la dimisión de un Ministro
Desde 2012 hasta ahora nuestra actividad ha ido en aumento, y se ha consolidado la participación de Colectivos de mujeres jóvenes que también consideran que la lucha feminista sigue siendo necesaria cada día para mantener nuestros derechos.
En la actualidad la Plataforma está totalmente consolidada, con una participación media de entre 14 y 16 colectivos de mujeres de distintas edades. El 8 de marzo de 2017 la manifestación tuvo un aumento importante de participantes, y se consolidó el Proyecto ENMUJECER FEST, surgido de algunos de los colectivos de mujeres jóvenes y otras que no están asociadas y que la Plataforma hizo suyo, presentándolo a las Instituciones para su financiación y dotación de espacios públicos.
El 8 M de este año nos sumamos a la huelga estatal convocada por Colectivos feminista de todo el Estado, y la participación de la ciudadanía fue impresionante.
Nuestro trabajo continúa, porque la lucha sigue. Seguiremos estableciendo redes, elaborando propuestas, planteando debates, llegando a acuerdos, colaborando con iniciativas de otras asociaciones, sumando siempre desde las distintas maneras de vivir el feminismo.