miércoles, 27 de octubre de 2021

 ALIANZAS REBELDES 

Un feminismo más allá de la identidad

Clara Serra, Cristina Garaizábal  y Laura Macaya  (coords)

1ª P. Debate, pluralidad y disenso.  Contra la censura y la imposición de la unidad. 

2ª P. Transformación social y justicia versus castigo.  Contra el punitivismo.

3ª P. Un feminismo de la libertad.  Contra normatividades sexuales, purezas y moralismos.

4ª P. Construir alianzas.  Un feminismo más allá de la identidad.

5ª P. Redistribución y derechos para todas. Contra el capitalismo, las fronteras y la desigualdad estructural.

Es un hecho que en los últimos años el feminismo ha cobrado cada vez más presencia, artículos, revistas, diarios y libros se publican sobre este tema, las mujeres han avanzado posiciones en todos los ámbitos. Sin embargo después de un periodo de crecimiento exponencial el feminismo parece albergar demandas o intereses que parecen irreconciliables. Proliferan las identidades fuertes y la búsqueda de un sujeto del feminismo con fronteras nítidas y en lucha con otros sujetos políticos. Algunos de los feminismos más asentados en el contexto español afirman la incompatibilidad de su proyecto con las demandas del colectivo trans y parecen defender una conservadora vuelta a la biología como criterio para establecer los límites del sujeto del feminismo.

Quienes participamos en este libro compartimos muchas de las reivindicaciones del movimiento feminista de los últimos cuarenta años, pero no todas y no siempre nos sentimos representadas por las posiciones que el feminismo hegemónico defiende. Este libro es una apuesta decidida por la pluralidad, quiere hacer públicas otras miradas, otras opiniones, otra manera de entender el feminismo, normalizando la diversidad del mismo y mostrando que en su seno se manifiestan distintos enfoques, variadas estrategias y análisis contradictorios. Defendemos sin reservas la pluralidad de los feminismos, la libertad de expresión y el derecho al disenso, pensamos que los debates enriquecen y ayudan a avanzar siempre  desde un clima de  colaboración y deseo de entendimiento.

Otra de las apuestas de este libro es la crítica al poder punitivo y lo hace desde la convicción de que para combatir las violencias que se ejercen sobre las personas en razón de su género u orientación sexual, es necesario no centrarse en el castigo de las conductas individuales sino en la prevención, la educación, la lucha ideológica y el combate de las condiciones estructurales, apostar por la transformación social y la justicia, y no por la venganza y el castigo.

Frente a la censura de jornadas dedicadas a debatir sobre el trabajo sexual o  la pornografía en las universidades así como  la proliferación de discursos centrados en el peligro que supone el sexo para las mujeres y que reintroducen viejos moralismos patriarcales y formas de recortar la libertad sexual, las autoras toman la palabra para hablar de sexualidad y defender que no hay nada denigrante en el cuerpo de las personas, que no hay nada inmoral en el deseo, ni en sentirlo ni en hacerlo sentir, que nuestro objetivo es ampliar el campo para explorar, sentir y perseguir nuestro deseo y entiende que la variedad y la riqueza del placer sexual contempla también el uso y disfrute de la pornografía que puede ser resignificada y puede formar parte del imaginario y de las fantasías de las mujeres. Para ello debemos exigir educación sexual y potenciar una cultura y un pensamiento críticos, porque es la mejor forma de defender la dignidad de las personas y la libertad de sus prácticas sexuales basadas siempre en la elección el acuerdo y el consentimiento.

El feminismo que se defiende en este libro tiene como objetivo el combate contra todas las injusticias y discriminaciones derivadas de la existencia de obligaciones y sanciones hacia hombres y mujeres, un feminismo en alianza con otros movimientos y luchas sociales, con las personas trans y trabajadoras sexuales, migrantes y otras tantas  personas atadas a vidas precarias. Se distancia de los feminismos excluyentes centrados en exclusiva en las mujeres como sujeto y apuesta por un feminismo que nos reúna por las ideas y proyectos que deseamos defender en común. Esta es la idea que subyace en la defensa rebelde de las alianzas en tiempos en los que parece difícil hacer política feminista más allá de la identidad.

YERBABUENA PRESENTARÁ EL LIBRO EN: BIBLIOTECA  AL-ÁNDALUS- C/CUESTA BAILIO, 3

EL  4  DE  NOVIEMBRE  – JUEVES  a  LAS 7,30 DE LA TARDE

El libro lo puedes adquirir en LA TEJEDORA.

Asamblea de Mujeres de Córdoba Yerbabuena

sábado, 9 de octubre de 2021

INTERVENCIÓN EN LA MARCHA CONTRA LA VIOLENCIA 

25 DE SEPTIEMBRE 2021

En primer lugar, queremos agradecer a la PLATAFORMA CORDOBESA CONTRA LA VIOLENCIA A LAS MUJERES su invitación a participar en este acto.

En el último informe mensual sobre violencia de género emitido por la Delegación del Gobierno de España en Andalucía, se aportan datos hasta el 31 de julio este año y en él aparecen también los datos registrados en 2020 durante el confinamiento y la desescalada ocasionada por la COVID-19. De todos los datos que aporta, queremos destacar, por una parte, un aumento significativo del porcentaje de media de altas diarias en el sistema Vio Gen (de 29,23% en la 1ª quincena de marzo de 2020 al 55,34% en julio pasado), y por otra, la constatación de que sólo el 25% de las víctimas de violencia denuncian.

Este primer dato corrobora la percepción que tenemos las feministas de que la Violencia contra las mujeres puede sufrir variaciones en determinadas épocas y circunstancias, pero que está anclada aquí y a nivel global y parece difícil de erradicar.

Pero, ¿y ese 75% de mujeres que sufren violencia y no denuncian?

A julio de 2021 había registrados 18.271 casos en nuestra Comunidad Autónoma y 65.848 en España, si ese 75% que no denuncia lo hiciera, las cifras serían más escalofriantes, pero esa es la realidad de la violencia hacia las mujeres.

Es difícil enumerar los motivos por los que tantas mujeres no presentan denuncias. No lo hacen: por miedo, porque a menudo sufren una situación de aislamiento, por falta de recursos, por falta de autonomía económica, por incertidumbre hacia su futuro o, quizá, por la necesidad de encontrar soluciones que no pasen por los tribunales.

Hasta hoy sabemos que el derecho penal, único medio que tenemos para erradicar las violencias contra las mujeres, no es suficiente, como tampoco el Estado de bienestar ha eliminado las desigualdades sociales ni nuestro sistema educativo ofrece alternativas claras a través de la educación afectivo-sexual para afianzar la igualdad.

Creemos que la justicia tal como la conocemos al día de hoy no responde a las necesidades de todas las mujeres que sufren violencia, por tanto, se hace necesario que desde el feminismo desarrollemos propuestas que acerquen a estas mujeres a una justicia restaurativa que vaya más allá de la justicia penal.

Desde el feminismo debemos aportar propuestas para impulsar una lucha global contra las estructuras que producen injusticia, violencia y miseria:

¿Cómo?

•  Rompiendo los pactos de silencio que permiten y encubren las violencias
•  Garantizando que no se repitan.
•  Amparando el derecho de reparación de las víctimas, que debe tener un componente individual que va unido a la interposición de la denuncia, y otro componente estructural como reparación simbólica, capaz de transformar la estructura que genera la violencia manteniendo el debate público sobre ella para generar su rechazo
•   Frente a la ola reaccionaria que padecemos y para que nadie se quede atrás, hay que blindar la vida y la protección de las mujeres, de todas las personas, para que puedan tener un control real sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida, que a veces las leyes les niegan.

Creemos que la única forma de erradicar la violencia contra las mujeres es exigiendo a los Estados la decisión firme de colocar el valor de la vida y los cuidados en el centro de sus políticas públicas.

Queremos terminar con este párrafo de Violeta Assiego, del libro Alianzas Rebeldes. Un feminismo más allá de la identidad:

“Quién sabe cuál puede llegar a ser la dimensión global del movimiento feminista si articula una justicia feminista que haga cuerpo común desde la inteligencia colectiva, la justicia social y la búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación desde la lógica de los derechos humanos. En el espíritu de la democracia, contra la crueldad solo es posible más feminismo…”

 

ASAMBLEA DE MUJERES DE CÓRDOBA YERBABUENA 25 de septiembre de 2021