Los Centros Cívicos no se cierran
35 años de Centros Cívicos en nuestra ciudad han dado para mucho. Su extensión y desarrollo no ha sido fácil. Aún hoy hay distritos sin los edificios, los equipamientos o los servicios de los que debieran disponer. La idea de servicios integrados o, al menos, coordinados en los distritos ha quedado como un deseo imposible.
La creación de las Juntas Municipales de Distrito en 2006, que tendrían que gestionar los equipamientos y los servicios que se prestan desde el distrito, han mostrado la cara más ineficaz de una administración que ha mostrado su falta de interés por hacerlas viables, no otorgándoles los medios necesarios.
La situación actual de los Centros Cívicos no puede ser más desalentadora y preocupante:
- Han desaparecido las oficinas de atención al ciudadano, sustituidas, en algunos centros, por oficinas de apoyo al registro, absolutamente insuficientes.
- Las bibliotecas siguen abiertas a tiempo parcial o directamente cerradas por falta de personal.
- Los técnicos de participación ciudadana han pasado de uno o dos por distrito a uno cada dos o tres distritos. Refugiarse en la Escuela de Participación y cambiar el modo de trabajo, solo profundiza los problemas al alejarse de los territorios.
- Las promotoras de igualdad, y el personal de juventud, de desarrollo económico,… casi han desaparecido definitivamente.
- La policía de barrio o de distrito es solo un recuerdo.
- Los equipos de asuntos sociales viven al margen de los procesos de participación ciudadana. Escasos en número, no cuentan con el respaldo suficiente para cubrir las necesidades.
- Las direcciones de los Centros Cívicos se cubren de forma lenta e insuficiente, teniendo que compartir una dirección dos o más centros Cívicos.
- La falta de ordenanzas ponen en peligro la apertura de los Centros Cívicos. Actualmente hay centros cerrados o que se abren solo a demanda o en horario parcial.
- La rehabilitación del Centro Cívico Higuerón, la construcción del Centro Cívico Noroeste o la ampliación del Centro Cívico de Poniente Norte se retrasan de forma inexplicable.
- Las Juntas Municipales de Distrito que deberían regir estos centros, languidecen en su función de órgano gestor del distrito. En definitiva, una situación de desmantelamiento que se ha venido originando en la última década y que adquiere ya caracteres de extremo peligro sino se adoptan decisiones por parte del ayuntamiento de Córdoba que deben pasar por concretar qué debe ser un Centro Cívico en 2021, con qué personal y servicios debería contar y cuáles son los sistemas de gestión, dirección y participación que se deben articular.
Por todo ello, el movimiento ciudadano exige que se elabore en este mandato un plan de actuación de urgencia, no un mero parcheo, que sea el primer paso hacia la recuperación definitiva de los Centros Cívicos.
Porque los Centros Cívicos no son un departamento específico sino que deben volver a conjugar la actuación de todo el ayuntamiento en el territorio y las Juntas Municipales, el instrumento útil que concrete ese plan en cada distrito de la ciudad.
Mayo 2021